martes, 26 de agosto de 2008

Multitud (2)



George Rudé traza la evolución de la multitud espontánea y desorganizada de las rebeliones de la miseria en la Francia pre-revolucionaria a la multitud preparada, organizada, insurrecta, revolucionaria.

Michel Vovelle, en su "Introducción a la Revolución Francesa", concluye:

"En París, pues, la multitud desaparece a medida que se estructura y se integra en las formas de organización del movimiento popular, para no volver a resurgir de manera puntual hasta la época de la Convención Termidoriana, durante las jornadas de Germinal y Pradial del año III, en las que se asocian reivindicaciones económicas y la última llamarada democrática. Luego desarmada, la multitud parisiense se vuelve a su nadriguera... por mucho tiempo."
Otros vinos. Otros odres.

lunes, 25 de agosto de 2008

Multitud



Interrogatorio policial a un cardador arrestado en el mercado de Mouy durante las revueltas del hambre (Francia, 1775).
Pregunta. ¿Cómo se supo que había revueltas en otras partes?

Respuesta. Todos lo decían en el mercado de Mouy.

P. ¿Vinieron "extraños" que incitaron a la gente a rebelarse?

R. No vio a ninguno.

P. ¿Qué aspecto tenían estos "extraños"?

R. Repite cine no vio a ninguno.

P. ¿De qué hablaban?

R. Repite que no vio "extraños".

P. ¿Afirmaron traer órdenes del rey y mostraron papeles tratando de probarlo?

R. Repite que no vio "extraños".

P. ¿Dieron, prestaron o prometieron dinero?

R. No vio a nadie ofreciendo dinero.

P. Mostró alguno de ellos pan mohoso... para incitar a la gente?

R. No vio pan mohoso.

P. ¿Cómo fue que los habitantes de todas las aldeas se reunieron el mismo día y a la misma hora?

R. Siempre sucede así los días de mercado.

P. ¿Había visto pegar o distribuir carteles?

R. No.

P. Estos carteles, ¿eran impresos o escritos a mano?

R. Repite que no vio ninguno.

P. ;Podría reconocer la letra de los escritos a mano?

R. Repite que no vio ninguno.

P. ¿Dónde habían estado bebiendo los "extraños", con quién, y quién pagó las bebidas?

R. Repite que no vio a ninguno.

Leí este interrogatorio en el conocido ensayo "La multitud en la historia. Los disturbios populares en Francia e Inglaterra, 1730-1848" de George Rudé. Este historiador señala que la multitud pre-industrial se comportaba según las situaciones concretas, salvo por un par de elementos comunes: la acción directa y la imposición de cierta forma de justicia "natural" elemental.

Según Rudé, en ese período,
"...la adhesión y la antipatía popular tendían a concentrarse no tanto en las causas o instituciones como en los héroes y villanos individuales... Sólo gradualmente estos blancos personales fueron reemplazados o eclipsados por principios o causas y, consecuentemente, los antiguos métodos de la justicia 'natural' comenzaron a desaparecer ".
Las revueltas tuvieron cierto grado de unidad y organización, ideas subyacentes y lemas. Sus desarrollos devinieron en revoluciones:
"En realidad, el estudio de la multitud en la historia parece indicar no sólo el que el papel de los dirigentes varió de un tipo de disturbio a otro sino también que ellos eran hombres de diferente personalidad y orígenes sociales y -por sobre todo- que debe establecerse una distinción entre los dirigentes que actúan desde afuera de la multitud, aquellos extraídos de la multitud misma y aquellos que actúan (o parecen actuar) como intermediarios entre ambos."
Y algo más. Rudé destaca la existencia de un "legado" de una generación a las posteriores. Los cambios estructurales promovieron la transformación de la multitud. No se trató sólo de "poner el vino nuevo en odres viejos".

lunes, 18 de agosto de 2008

Valores y principios democráticos



"Queremos reemplazar en nuestro país el egoísmo por la moral, el honor por la honradez, los usos por los principios, el decoro por el deber, la tiranía de la moda por el imperio de la razón, el desprecio de la desgracia por el desprecio del vicio, la insolencia por el orgullo, la vanidad por la grandeza de alma, al amor al dinero por el amor a la gloria, la buena sociedad por buena gente, la intriga por el mérito, la presunción por la inteligencia, la brillantez por la verdad, el cansancio de la voluptuosidad por el encanto de la felicidad, la ruindad de los grandes por la grandeza del hombre, un pueblo amable, frívolo y miserable por un pueblo sublime, poderoso y feliz; es decir, todos los vicios y todas las ridiculeces de la monarquía por todas las virtudes y todos los milagros de la República.

"Queremos, en una palabra, realizar los deseos de la naturaleza, consumar el destino de la humanidad, cumplir las promesas de la filosofía, liberar a la providencia del largo reinado del crimen y de la tiranía.


"¿Qué clase de gobierno puede realizar estos milagros? Únicamente el gobierno democrático o republicano. La democracia no es un Estado en el cual el pueblo, constantemente reunido, regule por sí mismo todos los asuntos públicos, y, todavía menos, un Estado en el que cien mil partes del pueblo, con medidas aisladas, precipitadas y contradictorias, decidan la suerte de la sociedad entera.


"La democracia es un Estado en el que el pueblo soberano, guiado por leyes que son obra suya, realiza por sí mismo cuanto puede realizar y, por medio de delegados, cuanto no puede realizar por sí mismo.

"Mas, para fundar y para consolidar la democracia entre nosotros, para llegar al pacífico reino de las leyes constitucionales, se hace necesario terminar la guerra de la libertad contra la tiranía y atravesar felizmente las tormentas de la Revolución.

"¿Cuál es el principio fundamental del gobierno democrático o popular, es decir, la fuerza esencial que lo sostiene y lo mueve? La virtud, y debe producir milagros mucho más asombrosos en la Francia republicana; me refiero a esa virtud que no es otra cosa que el amor a la patria y a sus leyes.
Mas, como la esencia de la República o de la democracia es la igualdad, se sigue de ello que el amor a la patria implica necesariamente el amor a la igualdad."

Maximilien François Marie Isidore de Robespierre

P.S. 30/8/2008.- El 17 de pluvioso, año II, Robespierre formuló su informe sobre los principios de moral política que deben guiar a la Convención en la administración interna de la república. De ahí es la cita. Ahora me parece ineludible su fórmula siguiente:
"En el sistema de la revolución francesa, lo que es inmoral es impolítico, lo que es corruptor es contrarevolucionario."
La modernidad, el capitalismo, no pudo ni podrá cumplir este verdadero programa revolucionario. La condición necesaria para la realización programática de la modernidad será la abolición de la modernidad.

miércoles, 6 de agosto de 2008