viernes, 24 de octubre de 2008

Política burguesa





En la película "El discreto encanto de la burguesía" de Luis Buñuel, hay un personaje que ejemplifica la estofa política burguesa. Se trata de un Embajador de un imaginario país subdesarrollado, la República de Miranda.


Recuerdo dos pasajes.

Después de experimentar la forma que tiene el chófer de beber un martini, se produce el diálogo siguiente:
THÉVENOT (a sus amigos): ¿Han visto usteder?... Es lo que no debe hacerse con un martini seco.

Señora THÉVENOT: Es preciso ser indulgentes. Maurice es un hombre de pueblo. No ha recibido educación.

EMBAJADOR: Ningún sistema podrá dar al pueblo todo el refinamiento necesario. Y, sin embargo, ustedes me conocen, no soy un reaccionario.
Después de ser capturada y magreada por el Embajador, una guerrillera reclama:
GUERRILLERA: ¡Usted no tiene ningún derecho a tocarme! Mao Tse-tung tiene razón: ¡a los sirvengüenzas como usted hay que eliminarlos sin piedad!

EMBAJADOR: No estoy de acuerdo. Si Mao ha hablado así, quiere decir que no ha comprendido a Freud. Y, en definitiva, cuando se ha reflexionado detenidamente, la única solución que hay para los problemas del hambre y la miseria es la militar.

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