“El peor analfabeto es el analfabeto político. El que no ve, no habla, no participa de los acontecimientos políticos. El que no sabe que el costo de la vida, el precio del poroto, del pescado, la harina, del alquiler o de sus medicamentos, dependen de decisiones políticas. El analfabeto político es tan burro que se enorgullece e hincha el pecho diciendo que odia la política. No sabe, el imbécil, que de su ignorancia nace la prostituta, el menor abandonado, el asaltante y el peor de los bandidos que es el político corrupto y el lacayo de las empresas nacionales y multinacionales.”Esta cita aparece en el programa de "La resistible ascensión de Arturo Uí" de Brecht que exhibe la Comedia Nacional.
Bertolt Brecht
Ese analfabetismo propicia y es propiciado por los Ui, los Hitler, los Alvarez y otros pequeños narcisistas.
Vale la pena, hoy que despunta una gran crisis, recordar un pasaje del Epílogo:
"Respetable público: aprendamos a ver,
en vez de mirar como borregos.
En vez de charlar,
bla, bla, bla, bla, bla,
debési actuar.
Lo que habéis visto estuvo a punto
de dominar el mundo aún no hace tantos años.
Los pueblos terminaron por tener la razón,
pero nadie puede cantar victoria antes de tiempo.
¡Todavía es fecundo el vientre que parió el suceso inmundo!
Respetable público: aprendamos a ver,
en lugar de mirar como el cordero que marcha al matadero."
Efectivamente, ¿cuál es el límite del hombre?
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